Causas biológicas y sociales de la obesidad
Dr. Jesús Humberto del Real
Sánchez
La
gran mayoría de las enfermedades, incluyendo las infecciosas, son causadas por la
interacción de múltiples causas o factores por lo que son llamadas
multicausales o multifactoriales. El caso de la obesidad no es la excepción, y
para que esta se desarrolle se requiere de la interacción de varias causas o
factores.
Para
ilustrar la multicausalidad, veamos algunos ejemplos históricos.
A finales del siglo XIX estaba en auge la microbiología con el descubrimiento
de los agentes causales de varias enfermedades infecciosas como la
tuberculosis. Cuando Roberto Koch aisló el bacilo del cólera “el vibrio cholera” un compatriota suyo, el
profesor Pettenkoft de Munich dijo que eso no era cierto, y para demostrarlo
ingirió los mencionados bacilos y no le pasó nada (Paul de Kruif, Cazadores de Microbios, IPN, México, D.F., 1996, pagina
104).
Lo
anterior no quiere decir que Koch haya estado equivocado, y que el vibrio
cholera no fuera el agente causal del cólera, sino que para que la enfermedad
se produzca es necesario que quien reciba el microbio sea un individuo
debilitado y bajo de defensas, y el profesor Pettenkoft era una persona sana.
Alimentos, Digestión y
Nutrientes
Antes
de continuar con la discusión sobre las causas de la obesidad, daremos un breve
repaso a las nociones de alimentos, digestión y nutrición. Bioquímicamente los
alimentos están constituidos por compuestos que llámanos carbohidratos
(azucares y harinas), proteínas (aminoácidos) lípidos o grasas y vitaminas y
minerales, además de agua. La degradación de los nutrientes produce energía y
ésta se mide en calorías. Cada gramo de carbohidratos y proteínas nos proporciona
cinco calorías, mientras que un gramo de lípidos nos da nueve calorías.
Para
que el organismo pueda utilizar estos compuestos, es necesario que los
alimentos que los contengan sean fraccionados o degradados, lo que conocemos como digestión, una vez que los
alimentos han sido digeridos y absorbidos a través de la pared del intestino
delgado, los llamaremos nutrientes, lo cual uno puede ver en el etiquetado de
los alimentos industrializados como información nutrimental. No existen
alimentos naturales que contengan solamente uno de estos compuestos. El maíz
contiene principalmente carbohidratos, harinas, pero también contiene azucares como la fructuosa, muy utilizada como
edulcorante en los refrescos, y lípidos o grasas de donde obtenemos el aceite
de maíz.
Causas de la obesidad
Desde
el punto de vista médico, la
obesidad se debe a una desproporción entre las calorías que ingerimos y las que
consumimos, por ejemplo, una persona de 60 kilos de peso necesita de 2500 a
3000 calorías diarias y consume alimentos que le proporcionan 3,500 o 4,000, el
resultado será un aumento de peso.
Las
diferencias en la cantidad de calorías requeridas por personas con el mismo
peso, se deben a que existen
variaciones en la velocidad del metabolismo (mecanismos de degradación y
utilización de los nutrientes dentro del organismo). Todos conocemos personas que
comen más que otras y sin embargo no aumentan de peso, en comparación con otras
que ingieren la misma cantidad de calorías y que sí aumentan de peso. Otro
factor que determina estas diferencias es el ejercicio, dos personas pueden ingerir
prácticamente la misma cantidad de calorías, y una sube de peso y la otra no,
debido a que una hace más ejercicio que la otra.
Clasificación de las causas
Las
causas de la obesidad las podemos dividir en biológicas y ambientales. (internas
y externas). Las primeras son inherentes al individuo y los en subdividiremos
en genéticas (G), biológicas (B) y psicológicas (P). Las sociales
o ambientales (S) se refiere al medio que rodea al individuo. Las respuestas
psicológicas están condicionadas en buena parte por factores sociales. Ver
cuadro 1
Causas genéticas (G).
La participación
de la herencia en la obesidad es innegable en algunos individuos, especialmente
en aquellos con familiares obesos, lo que justifica el refrán “el que va a ser panzón aunque lo fajen de
niño”. Sin embargo, en la mayoría de los casos los factores genéticos por
si solos son insuficientes para desarrollar la enfermedad, si estos no interactúan
con factores ambientales, lo que se conoce como epigenética. De tal manera, que un
individuo que nace con predisposición genética para la obesidad, podría no
desarrollarla si desde pequeño lleva una alimentación balanceada y equilibrada.
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