lunes, 5 de agosto de 2019


Jugo – terapia

L.N. Judith Jiménez López



La jugoterapia, o como yo la llamaría el arte de “mezclar para sanar”, es una herramien­ta terapéutica, cuya función es proveer al cuerpo de sustan­cias nutritivas necesarias para su buen fun­cionamiento y es un complemento en una buena alimentación.

El amplio abanico de propiedades salu­dables de esta terapia se origina en la ob­servación de que una acidez metabólica subyacente es un denominador común entre muchas enfermedades degenerativas y autoinmunes. Nuestro cuerpo, tiene un equilibrio denominado homeostasis que entre otras cosas esta regulado por el pH. El pH normal varía significativamente en­tre los diferentes órganos y sistemas y los fluidos corporales. Por ejemplo, la sangre tiene un pH ligeramente alcalino de entre 7,34 y 7,43. El pH normal de la saliva va de 5,5 a 7,5. El pH de la orina varía aún más ampliamente, desde tan bajo como 5.0 a tan alto como 8.0.

El equilibrio ácido-alcalino es un factor importante para la salud. El aumento de acidez puede derivar en enfermedades. Dicho aumento es una fermentación de las células por la presencia de radicales libres. Es importante señalar que el organismo tiene un sistema de protección frente a es­tos cambios denominado, sistema tampón, que tiende a equilibrar el pH orgánico. Los órganos que llevan a acabo esta función equilibrante son riñón, hígado y pulmón; los riñones son la defensa más importante contra la acumulación de exceso de ácidos alimentarios.

Lo que la jugoterapia pretende es que en un vaso con jugo de fruta o vegetales (o bien en un licuado de diversas mezclas de estos dos grupos o más de alimentos) se logren consumir antioxidantes poderosos y ele­mentos depuradores y que fortalecen a los órganos antes mencionados. Es decir que en tan solo un poco de “líquido” obtengas vitaminas, minerales y enzimas, principal­mente y claro fibra y agua. 







¿Por qué se desequilibra el pH?

- Malos hábitos alimentarios. Dieta rica en harinas blancas, azúcares, grasas saturadas, vinagres, alimentos de origen animal (Car­ne y lácteos) que determinan una dieta con exceso de ácidos.

- Inadecuada transformación y neutraliza­ción de los ácidos debido a carencias en el organismo de substancias neutralizantes, sales, y oligoelementos necesarios para las adecuadas reacciones enzimáticas del or­ganismo.

- El estrés. La fatiga, el exceso de actividad física y tensión muscular.- La sub-oxige­nación de los tejidos: el sedentarismo, aire contaminado, mala respiración por moti­vos funcionales o por enfermedad.

- Problemas digestivos y dificultades en el funcionamiento de los riñones, hígado, pulmón y páncreas.

- Procesos infecciosos.

- Factores hereditarios y genéticos.

Para un sano metabolismo celular, es pre­ciso que junto al oxígeno, la sangre tenga un constante flujo de sustancias de natura­leza alcalina, con el fin de neutralizar los ácidos. En caso de necesidad -sea por ex­ceso de ácidos o por carencias nutriciona­les de alcalinos - debe recurrir a la reserva alcalina de huesos, dientes y tejidos con el objetivo de restablecer el vital equilibrio ácido-básico.

Aquí es precisamente donde la jugoterapia tiene su papel de importancia. Los jugos no curan, reponen sustancias de las cuales el cuerpo carece; al hacerlo, el organismo tiene el material necesario para por su pro­pia naturaleza restaurar el orden perdido. Existen jugos o licuados específicos para diversos padecimientos, y profesionales dedicados a su estudio y manejo.

En este artículo solo daré como ejemplo Jugos depurativos. La depuración es una de las seis columnas de la salud. Tome en cuenta los siguientes puntos al realizar una terapia con jugos:

- Deben ser de procedencia natural, nunca de conservas o enlatados.

- Se beben inmediatamente después de ela­borarlos y deben ser en ayunas, espere 40 minutos para desayunar.

- Y aunque la duración del tratamiento depende de un profesional la regla básica es que se debe tomar por un periodo de 3 meses.

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