sábado, 5 de octubre de 2019


Vivir la niñez 
Por: Andrés Arango


Todos fuimos niños. Esta etapa de la vida marca nuestra existencia, pues nos da las herramientas y valores necesarios para tener creencias y sueños en nuestro futuro. Continuamos en la vida con estos valores que nos permiten apoyar, acompañar y creer en una sociedad. Creemos que la humanidad busca la felicidad a base del amor, y estos grandes sueños que se solidifican conforme pasa el tiempo  nos damos cuenta de que la vida es un trabajo constante para estar creciendo, buscando la felicidad en compañía de la familia.

La vida es bella si creemos en la humanidad, en el amor y la compañía. Nuestras acciones a base del amor nos pueden inspirar a vivir una felicidad si tenemos la capacidad para ver que siempre somos hijos. El amor de nuestros padres es la base de la felicidad, pensando que somos seres amados desde que nacemos. El saber que somos amados nos inspira a ser mejores humanos, cercanos, afectuosos y misericordioso. Ese amor de madre que acompaña a su único hijo enfermo es el amor que debemos dar a las personas que están sufriendo. 

En la niñez si se pierde a algún familiar, la salud o la autoestima, se puede generar inseguridades en la adolescencia y adultez; por ello es necesario buscar a personas capacitadas para acompañar a los niños y, si esta ayuda es complementada con el amor de los padres, cualquier situación se puede aprender a vivir con las emociones y recuerdos. 
La vida es un constante aprendizaje de emociones, ¡así es vivir! 




No hay comentarios:

Publicar un comentario