Por: Beatriz Amador
El
arte es un elemento significativo en el crecimiento y educación infantil cuya
importancia se puede percibir en la estimulación del aprendizaje y otros
componentes cognoscitivos; así mismo en trabajos como pintar, trazar o modelar
que en muchas de las ocasiones son labores precisas para el desarrollo de la
percepción, la motricidad fina o la interacción social.
Dentro
de este orden de ideas el arte es parte del proceso natural de los pequeños, ya
que autores señalan que existe el cerebro plástico que requiere de estas
expresiones, y que con el transcurrir de los años se desarrolla. Esto se palpa
en el niño; el cual gusta de cantar, bailar, dibujar y jugar; estas acciones
son vitales para el desarrollo sensorial, motor y cognitivo y en definitiva
cerebral, lo que le permite ejercitarse y continuar con sus actividades. Esta enseñanza
es necesaria, no sólo por la comprensión, sino que ofrece una serie de
competencias y rutinas mentales que están en plena concordia con el entorno del
menor, unificado el conocimiento de sus emociones.
INFLUENCIA
DE LAS ARTES EN EL DESARROLLO COGNITIVO DEL NIÑO
Considero valioso subrayar que la expresión es una
herramienta substancial en la etapa infantil y en su proceso cognoscitivo y
emocional; ya lo esboza Vygotsky en su libro de la Psicología del Arte:
“Plantea
que lo esencial reside precisamente en que los procesos de su creación y
utilización resultan por completo incomprensibles e inaccesibles a la
conciencia”.
En otras palabras, alude que el arte no sólo es
fundamental en la percepción, sino que también está en la subjetividad del
progreso de la creatividad de cada individuo. Lo que se quiere destacar es que
la apreciación es una forma de comunicarse consigo mismo y con su medio a través
de pensamientos, ideas y emociones.
Efectivamente, al enfocar este concepto, la
expresión artística desempeña un papel interesante en el área cognitiva y se
observa su atribución en los pequeños en su rendimiento académico, las decisiones
que toman, además de tener mejor concentración e imaginación, la cual es utilizada
no únicamente en la apreciación sino igualmente en su vida habitual.
En relación con lo anterior, Irma Liliana del Padro
(2012), presenta algunos tipos de desarrollo que se favorecen en el niño como
efecto de la influencia de las artes.
Desarrollo
emocional
Todo ajuste a una nueva situación exige
flexibilidad, tanto en el pensamiento, como en la imaginación y en la acción.
Un
menor que afectiva y emocionalmente es libre y no está inhibido respecto a la
expresión creadora, es seguro de afrontar cualquier problema que derive de su
experiencia. Se identifica con sus creaciones y se siente independiente para
explorar y experimentar, ni teme, ni comete errores, ni se preocupa por el
éxito o la gratificación. La práctica es suya y la intensidad de afinidad proporciona
un factor considerable en este desarrollo emocional o afectivo.
Desarrollo Intelectual
Se estima en la manera de conciencia paulatina que
el infante posee de sí y de su ambiente, en conjunto con las habilidades artísticas
que están estrechamente unidas al desarrollo intelectual. En este campo se torna
consciente de lo acontece a su alrededor y adopta la capacidad de comprender y asimilar
todo lo que ocurre.
Desarrollo
Físico
En la labor creadora se observa su avance por su destreza
para la coordinación visual y motriz, por el modo en que reconoce su cuerpo, la
forma en que guía su grafismo y como elabora ciertos trabajos.
Las variaciones en el desarrollo físico pueden
percibirse cuando se da cuenta de sus creaciones, desde el inicio del garabato
hasta controlar, inclusive sus diferencias más sutiles y refinadas que incluye,
la tri-dimensión, este niño físicamente activo retractará movimientos dinámicos
al ampliar la sensibilidad. Los chicos que tienen penurias o padecimientos
suelen proyectarlas o reflejarlas en su tarea creativa.
Desarrollo
Perceptivo
Se considera en la gradual comprensión a las
sensaciones táctiles y de presión (amasado, apreciación de cualidades, de
superficies y texturas en diferentes formas) y en el campo confuso de la
percepción espacial (a medida que el niño crece, el área se extiende y cambia).
Las experiencias auditivas varían desde el conocimiento simple de sonidos hasta
las musicales transformadas en expresiones artísticas. Los colores, las
percepciones kinestésicas y las prácticas visuales deben ser estimulados para
la expresión.
Desarrollo
Estético
En los resultados de creación del menor, se
advierte la capacidad sensitiva para integrar experiencias en un todo cohesivo,
el cual se descubre en la formación armónica y en la expresión de pensamientos
y sentimientos realizados a través de líneas, texturas y colores.
La estética está íntimamente ligada a la
personalidad, al esquema de formación que se usa para expresar experiencias
artísticas, las que dan pauta al ordenamiento inconsciente, la inexactitud de
organización o la disociación de partes dentro de un dibujo; esto puede ser
señal de falta de integración psíquica del individuo.
Desarrollo
Social
Conforme el niño crece, refleja el conocimiento progresivo
que adquiere del medio social en que vive. Los trabajos de creación de niños
con espíritu de cooperación que están conscientes de su responsabilidad manifiestan
un sentimiento evidente de auto identificación con sus experiencias y la de los
otros.
Desarrollo
Creador:
La creatividad inicia cuando traza los primeros
rasgos, partiendo de un conjunto propio de signos hasta llegar a las más
complejas formas de producción innovadora (con pasos intermedios). Todo este producto
artístico será una experiencia creadora en sí misma.
En síntesis, la expresión artística colabora en
estos procesos que influyen de forma positiva en el crecimiento del niño, ya
que son una aportación valiosa en todas sus dimensiones; no sólo en lo
cognitivo sino también en lo emocional y espiritual sin abandonar de lado lo social;
a lo que padres de familia y maestros deben estar atentos para continuar con
esta tarea de interiorización que apoye en el mejor desarrollo y diversión de
infante.
BENEFICIOS DEL ARTE EN EL NIÑO
¿Recuerdan la habilidad de imaginar que tenían en
su niñez? Indudablemente, podían fabricar un mundo sólo con pensarlo y crear su
entorno, que se transforme sólo con adecuarlo a su juego. Es por eso que el
arte en los niños es tan significativo en su formación integral y le trae
múltiples beneficios, como los que se expondrán a continuación.
Creatividad
Conciencia corporal y coordinación
motora
Gracias
el tacto y la manipulación de objetos más pequeños, los niños descubren el
mundo e interpretan lo que les rodea y les causa curiosidad. Por lo tanto, se
debe tener en cuenta que la pintura y los trabajos manuales son un apoyo
magnífico en el desarrollo motor del infante.
Autoestima
Es
transcendental elegir actividades que se adecúen a la edad del niño para que
exista la posibilidad de superación. Los pequeños, cuya autoestima desarrollan
durante sus primeros siete años de vida, se sienten motivados cuando crean arte
y observan el resultado de su obra. Además de desarrollar herramientas
emocionales fundamentales como la resistencia, la paciencia y el autocontrol,
todas las expresiones artísticas incluyen una dosis de aliento hacia la mejora.
Estimula ambos lados de su cerebro
Cabe
destacar que el cerebro humano está dividido en 2 hemisferios: el izquierdo,
que controla las tareas racionales, y el derecho que se encarga de las actividades
creativas. Si los menores ejercitan habitualmente una disciplina artística, desarrollarán
tanto su habilidad de análisis como su sentido del ritmo. Así, al aprender a
coordinar su cuerpo y sus ojos, su pensamiento abstracto será mucho más fino y
versátil para proponer soluciones.
Permite la libre expresión de ideas y
sentimientos
El
arte, en sus diversas exposiciones, sirve para compartir el mundo interior con
los demás. De ese modo, no sólo se plasma la imaginación sino también se da
pauta a la reflexión y la crítica. Cuando los pequeños bailan, dibujan o
cantan, descubren una manera atrayente de revelar los pensamientos y emociones
que les fastidian. Por tal motivo, si se quiere que los niños crezcan como
seres libres, se deberá de propciar que den rienda suelta a su creatividad.
Resulta claro que cualquier escenario que lleve al
niño a su máxima expresión en todas las áreas de su vida, favorece a su
crecimiento y mejor conocimiento de sí mismo, así que motiven a los peques para
que practiquen las expresiones artísticas en cualquiera de sus modalidades.
Para cerrar, comparto esta frase de Aristóteles que
invita a la reflexión intrínseca a través de la práctica del arte:
El objetivo del arte no es representar la
apariencia externa de las cosas, sino su significado interior
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