lunes, 13 de enero de 2020

El arte y en el desarrollo en el niño



Por: Beatriz Amador


El arte es un elemento significativo en el crecimiento y educación infantil cuya importancia se puede percibir en la estimulación del aprendizaje y otros componentes cognoscitivos; así mismo en trabajos como pintar, trazar o modelar que en muchas de las ocasiones son labores precisas para el desarrollo de la percepción, la motricidad fina o la interacción social.
Dentro de este orden de ideas el arte es parte del proceso natural de los pequeños, ya que autores señalan que existe el cerebro plástico que requiere de estas expresiones, y que con el transcurrir de los años se desarrolla. Esto se palpa en el niño; el cual gusta de cantar, bailar, dibujar y jugar; estas acciones son vitales para el desarrollo sensorial, motor y cognitivo y en definitiva cerebral, lo que le permite ejercitarse y continuar con sus actividades. Esta enseñanza es necesaria, no sólo por la comprensión, sino que ofrece una serie de competencias y rutinas mentales que están en plena concordia con el entorno del menor, unificado el conocimiento de sus emociones.

INFLUENCIA DE LAS ARTES EN EL DESARROLLO COGNITIVO DEL NIÑO
Considero valioso subrayar que la expresión es una herramienta substancial en la etapa infantil y en su proceso cognoscitivo y emocional; ya lo esboza Vygotsky en su libro de la Psicología del Arte:
“Plantea que lo esencial reside precisamente en que los procesos de su creación y utilización resultan por completo incomprensibles e inaccesibles a la conciencia”.
En otras palabras, alude que el arte no sólo es fundamental en la percepción, sino que también está en la subjetividad del progreso de la creatividad de cada individuo. Lo que se quiere destacar es que la apreciación es una forma de comunicarse consigo mismo y con su medio a través de pensamientos, ideas y emociones.
Efectivamente, al enfocar este concepto, la expresión artística desempeña un papel interesante en el área cognitiva y se observa su atribución en los pequeños en su rendimiento académico, las decisiones que toman, además de tener mejor concentración e imaginación, la cual es utilizada no únicamente en la apreciación sino igualmente en su vida habitual.
En relación con lo anterior, Irma Liliana del Padro (2012), presenta algunos tipos de desarrollo que se favorecen en el niño como efecto de la influencia de las artes.

Desarrollo emocional
Todo ajuste a una nueva situación exige flexibilidad, tanto en el pensamiento, como en la imaginación y en la acción. Un menor que afectiva y emocionalmente es libre y no está inhibido respecto a la expresión creadora, es seguro de afrontar cualquier problema que derive de su experiencia. Se identifica con sus creaciones y se siente independiente para explorar y experimentar, ni teme, ni comete errores, ni se preocupa por el éxito o la gratificación. La práctica es suya y la intensidad de afinidad proporciona un factor considerable en este desarrollo emocional o afectivo.

 Desarrollo Intelectual
Se estima en la manera de conciencia paulatina que el infante posee de sí y de su ambiente, en conjunto con las habilidades artísticas que están estrechamente unidas al desarrollo intelectual. En este campo se torna consciente de lo acontece a su alrededor y adopta la capacidad de comprender y asimilar todo lo que ocurre.

Desarrollo Físico
En la labor creadora se observa su avance por su destreza para la coordinación visual y motriz, por el modo en que reconoce su cuerpo, la forma en que guía su grafismo y como elabora ciertos trabajos.
Las variaciones en el desarrollo físico pueden percibirse cuando se da cuenta de sus creaciones, desde el inicio del garabato hasta controlar, inclusive sus diferencias más sutiles y refinadas que incluye, la tri-dimensión, este niño físicamente activo retractará movimientos dinámicos al ampliar la sensibilidad. Los chicos que tienen penurias o padecimientos suelen proyectarlas o reflejarlas en su tarea creativa.

Desarrollo Perceptivo
Se considera en la gradual comprensión a las sensaciones táctiles y de presión (amasado, apreciación de cualidades, de superficies y texturas en diferentes formas) y en el campo confuso de la percepción espacial (a medida que el niño crece, el área se extiende y cambia). Las experiencias auditivas varían desde el conocimiento simple de sonidos hasta las musicales transformadas en expresiones artísticas. Los colores, las percepciones kinestésicas y las prácticas visuales deben ser estimulados para la expresión.

Desarrollo Estético
En los resultados de creación del menor, se advierte la capacidad sensitiva para integrar experiencias en un todo cohesivo, el cual se descubre en la formación armónica y en la expresión de pensamientos y sentimientos realizados a través de líneas, texturas y colores.
La estética está íntimamente ligada a la personalidad, al esquema de formación que se usa para expresar experiencias artísticas, las que dan pauta al ordenamiento inconsciente, la inexactitud de organización o la disociación de partes dentro de un dibujo; esto puede ser señal de falta de integración psíquica del individuo.

Desarrollo Social
Conforme el niño crece, refleja el conocimiento progresivo que adquiere del medio social en que vive. Los trabajos de creación de niños con espíritu de cooperación que están conscientes de su responsabilidad manifiestan un sentimiento evidente de auto identificación con sus experiencias y la de los otros.
Desarrollo Creador:
La creatividad inicia cuando traza los primeros rasgos, partiendo de un conjunto propio de signos hasta llegar a las más complejas formas de producción innovadora (con pasos intermedios). Todo este producto artístico será una experiencia creadora en sí misma.

En síntesis, la expresión artística colabora en estos procesos que influyen de forma positiva en el crecimiento del niño, ya que son una aportación valiosa en todas sus dimensiones; no sólo en lo cognitivo sino también en lo emocional y espiritual sin abandonar de lado lo social; a lo que padres de familia y maestros deben estar atentos para continuar con esta tarea de interiorización que apoye en el mejor desarrollo y diversión de infante.

BENEFICIOS DEL ARTE EN EL NIÑO
¿Recuerdan la habilidad de imaginar que tenían en su niñez? Indudablemente, podían fabricar un mundo sólo con pensarlo y crear su entorno, que se transforme sólo con adecuarlo a su juego. Es por eso que el arte en los niños es tan significativo en su formación integral y le trae múltiples beneficios, como los que se expondrán a continuación.

Creatividad
Es la capacidad que crea nuevas ideas o conceptos en el niño; que inicia por la imaginación la cual favorece abriendo su mente. Así, mismo al desenvolver la creatividad, el chico aumenta la destreza en la toma de decisiones que le facilita mucho la situación al momento de resolver un conflicto. Esto también está estrechamente ligado con la percepción y el ingenio.
Conciencia corporal y coordinación motora
Gracias el tacto y la manipulación de objetos más pequeños, los niños descubren el mundo e interpretan lo que les rodea y les causa curiosidad. Por lo tanto, se debe tener en cuenta que la pintura y los trabajos manuales son un apoyo magnífico en el desarrollo motor del infante.

Autoestima
Es transcendental elegir actividades que se adecúen a la edad del niño para que exista la posibilidad de superación. Los pequeños, cuya autoestima desarrollan durante sus primeros siete años de vida, se sienten motivados cuando crean arte y observan el resultado de su obra. Además de desarrollar herramientas emocionales fundamentales como la resistencia, la paciencia y el autocontrol, todas las expresiones artísticas incluyen una dosis de aliento hacia la mejora.

Estimula ambos lados de su cerebro
Cabe destacar que el cerebro humano está dividido en 2 hemisferios: el izquierdo, que controla las tareas racionales, y el derecho que se encarga de las actividades creativas. Si los menores ejercitan habitualmente una disciplina artística, desarrollarán tanto su habilidad de análisis como su sentido del ritmo. Así, al aprender a coordinar su cuerpo y sus ojos, su pensamiento abstracto será mucho más fino y versátil para proponer soluciones.

Permite la libre expresión de ideas y sentimientos
El arte, en sus diversas exposiciones, sirve para compartir el mundo interior con los demás. De ese modo, no sólo se plasma la imaginación sino también se da pauta a la reflexión y la crítica. Cuando los pequeños bailan, dibujan o cantan, descubren una manera atrayente de revelar los pensamientos y emociones que les fastidian. Por tal motivo, si se quiere que los niños crezcan como seres libres, se deberá de propciar que den rienda suelta a su creatividad.

Resulta claro que cualquier escenario que lleve al niño a su máxima expresión en todas las áreas de su vida, favorece a su crecimiento y mejor conocimiento de sí mismo, así que motiven a los peques para que practiquen las expresiones artísticas en cualquiera de sus modalidades.
Para cerrar, comparto esta frase de Aristóteles que invita a la reflexión intrínseca a través de la práctica del arte:
El objetivo del arte no es representar la apariencia externa de las cosas, sino su significado interior




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