Por: Silvio Marinelli
En la mitología griega, Thánatos (en griego Θάνατος, ‘muerte’) era la personificación de la muerte no violenta. Su toque era suave, como el de su hermano gemelo Hipnos, el sueño (el Sueño “daba muerte” cada noche a los hombres, imitando a su hermano mayor).
En el arte, Thánatos era representado como un
hombre joven llevando una mariposa (las mariposas son un símbolo universal de transformación
de la vida; este proceso de
metamorfosis que las hace capaces de pasar de un capullo a volar libres en el cielo), una corona (símbolo de su poder)
o una antorcha invertida en sus
manos que se le apaga o se le cae (símbolo del fin de
la vida). A veces, tiene dos alas y una espada sujeta a su cinturón. La muerte es
representada también con una guadaña, un ánfora y una mariposa: la
guadaña sirve para indicar que los hombres serán segados en masa, el ánfora
para guardar las cenizas y la mariposa volando es el emblema de la esperanza en
otra vida.
Este
término fue forjado – según algunos autores - en 1901 por el médico ruso Elías
Metchnikoff quien recibió en 1908 el premio Nobel de Medicina; en ese tiempo la
Tanatología fue considerada como una rama
de la medicina forense que trataba la muerte y todo lo relativo a los
cadáveres desde el punto de vista médico-legal.
En
los años sesenta del siglo XX se le da
otro enfoque: se construye la disciplina que estudia el fenómeno de la
muerte en los seres humanos desde diferentes puntos de vista, para propiciar un
mejor acompañamiento de los moribundos y en la situación de duelo por la muerte
de un ser querido.
La palabra
tanatología viene del griego θάνατος - thánatos (= muerte) y λογία
- logía (= estudio, discurso, tratado, disciplina, razonamiento). El objetivo inicial de la tanatología era
proporcionar ayuda profesional al
paciente con una enfermedad en etapa terminal y a sus familias. Fue
aceptada como ciencia a partir de las décadas 50’s-60’s del siglo XX.
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