lunes, 29 de julio de 2019


El voluntariado en México

Lic. María Luisa Urrea

Directora General del IJAS





El voluntariado, de origen, puede conceptualizarse como la manifestación individual de voluntad con la que se busca contribuir al cumplimiento de objetivos colectivos que responden a una necesidad o problemática social.

Por ser una actividad sin fines de lucro, encuentra sus incentivos en los valores de la solidaridad y el altruismo; priorizando la búsqueda de la igualdad social, del fortalecimiento institucional y del desarrollo personal; motivado por un sentido de compromiso social, una convicción moral, o incluso - en ocasiones - por una historia de vida propia o cercana, que sustenta y motiva a su loable actuar.

Este conjunto de actividades y aspiraciones de invaluable trascendencia son una constante en el recuento de los años y la historia; siempre buscando contribuir y avanzar en temas de igualdad, bienestar y equidad desde una diversidad de tipos de voluntariado.

A su vez, con el pasar del tiempo, la participación de la ciudadanía en actividades voluntarias poco a poco gana más terreno y la estructuración de nuevas asociaciones civiles, organismos no gubernamentales o instituciones del tercer sector, por un lado, generan cambios positivos en la consciencia colectiva y por otro, conducen a la creación de más espacios de colaboración que están llevando al voluntariado a transformarse en agente de cambio social.



Por lo que respecta a datos del Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS), actualmente éste no cuenta con un sistema de monitoreo o registro que permita a las asociaciones civiles afiliadas informar sobre la cantidad de voluntariado que participa en sus asociaciones; sin embargo, sí existe un dato cuantificable que refleja en lo particular el compromiso de la juventud con las causas de asistencia social, puesto que en el año 2016, 1,071 estudiantes concluyeron su servicio social y prácticas profesionales en 72 Instituciones de Asistencia Social Privada (IASP) reconocidas.

Serán las siguientes generaciones quienes definan el nuevo rostro del voluntariado en México, y en quienes recaiga la responsabilidad de continuar con la gran labor que por años se ha venido realizando; porque, aunque el voluntariado emana de una voluntad individual y personal, sus ramificaciones en el entorno colectivo son francamente incalculables. Recordemos aquella frase de Margaret Mead:

Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos pensantes y comprometidos pueden cambiar el mundo. De hecho, son los únicos que lo han logrado”.

viernes, 26 de julio de 2019

Hepatitis C Nota descriptiva Organización Mundial de la Salud Dra. Luz Elena Navares Moreno


Cifras y datos

La hepatitis C es una enfermedad del hígado causada por el virus del mismo nombre; ese virus puede causar una infección tanto aguda como crónica, cuya gravedad varía entre una dolencia leve que dura algunas semanas, hasta una enfermedad grave de por vida. El virus de la hepatitis C se transmite a través de la sangre y las causas de infección más comunes son las prácticas de inyección poco seguras, la esterilización inapropiada de equipo médico y la transfusión de sangre y productos sanguíneos sin analizar. El VHC también se puede transmitir por vía sexual y pasar de la madre infectada a su hijo, aunque estas formas de transmisión son menos frecuentes. La hepatitis C no se transmite a través de la leche materna, los alimentos o el agua, ni por contacto ocasional, por ejemplo, abrazos, besos y comidas o bebidas compartidas con una persona infectada.

En todo el mundo hay entre 130 y 150 millones de personas con infección crónica por el virus de la hepatitis C. Un número considerable de esas personas con infección crónica desarrollarán cirrosis o cáncer de hígado. Aproximadamente 700,000 personas mueren cada año por enfermedades hepáticas relacionadas con la hepatitis C (Global and regional mortality from 235 causes of death for 20 age groups in 1990 and 2010: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2010,
Lozano R, Naghavi M, Foreman K, Lim S, Shibuya K, Aboyans V, Abraham J, et al. Lancet 2012; 380:2095-2128).

Los antivíricos pueden curar más del 90% de los casos de infección por el virus de la hepatitis C, lo que reduce el riesgo de muerte por cáncer de hígado y cirrosis, pero el acceso al diagnóstico y el tratamiento es limitado. En la actualidad no existe ninguna vacuna contra la hepatitis C, pero la investigación en esa esfera continúa.

El virus de la hepatitis C (VHC) causa infección aguda y crónica. Por lo general, la infección aguda es asintomática y muy raramente se asocia a una enfermedad potencialmente mortal. Aproximadamente de un 15% a 45% de las personas infectadas elimina el virus espontáneamente en un plazo de seis meses, sin necesidad de tratamiento alguno. Entre el 55 y 85% restante desarrollará infección crónica, y en estos casos el riesgo de cirrosis hepática a los 20 años es del 15 al 30%.


Síntomas y diagnóstico

El período de incubación de la hepatitis C puede variar de dos semanas a seis meses. Tras la infección inicial, aproximadamente un 80% de los casos no presentan síntomas. Aquéllos con sintomatología aguda pueden presentar fiebre, cansancio, inapetencia, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orinas oscuras, heces claras, dolores articulares e ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos).

Dado que la infección aguda por el VHC es generalmente asintomática, pocos son los casos diagnosticados en la fase aguda. A menudo, la infección crónica por el VHC también queda sin diagnosticar porque se mantiene asintomática hasta décadas después, cuando aparecen síntomas secundarios al daño hepático grave.

La infección con el VHC se diagnostica en dos etapas: la detección de anticuerpos anti-VHC con una prueba serológica revela la infección; si los anticuerpos anti-VHC son positivos, para confirmar la infección crónica se necesita una prueba que detecte el ácido ribonucleico (RNA) del virus. Ello es así porque un 15% a 45% de las personas infectadas por el VHC eliminan espontáneamente la infección mediante una respuesta inmunitaria fuerte, sin necesidad de tratamiento, y, aunque ya no estén infectadas seguirán teniendo los anticuerpos anti-VHC positivos.

Una vez diagnosticada una hepatitis C crónica se deberá evaluar el grado de daño hepático (fibrosis o cirrosis). Esto puede hacerse por biopsia hepática o por diversas pruebas no invasivas. Además, se debería realizar una prueba de laboratorio para identificar el genotipo del virus. Hay seis genotipos del VHC, y su respuesta al tratamiento es diferente. Por otra parte, una misma persona puede estar infectada por más de un genotipo. El grado de daño hepático y el genotipo del virus se utilizan para orientar las decisiones terapéuticas y la conducta clínica.



Tratamiento

La hepatitis C no siempre requiere tratamiento, porque en algunas personas la respuesta inmunitaria eliminará la infección espontáneamente y algunas personas con infección crónica no llegan a presentar daño hepático. Cuando el tratamiento es necesario, el objetivo es la curación. La tasa de curación depende de algunos factores tales como la cepa del virus y el tipo de tratamiento que se dispensa.

El tratamiento de la hepatitis C está cambiando rápidamente. Hasta hace poco se basaba en la administración de interferón y ribavirina, que exigía inyecciones semanales durante 48 semanas y curaba aproximadamente a la mitad de los casos, pero provocaba reacciones adversas frecuentes y en ocasiones potencialmente mortales.

Recientemente se han desarrollado nuevos medicamentos antivíricos, denominados antivíricos de acción directa (AAD), que son mucho más eficaces y seguros, y mejor tolerados que los tratamientos antiguos. El tratamiento con AAD puede curar a la mayoría de las personas infectadas por el VHC y es más breve (normalmente 12 semanas) y seguro. Aunque los costos de producción son bajos, los AAD antivíricos siguen siendo muy caros en muchos países de ingresos altos y medianos. Sus precios se han reducido drásticamente en algunos países (sobre todo de ingresos bajos), gracias a la introducción de genéricos. Aún queda mucho por hacer para asegurar que esos progresos den lugar a un mayor acceso al tratamiento en todo el mundo.





Prevención

Como no hay vacunas para prevenir la infección por el VHC, la prevención depende de la reducción del riesgo de exposición al virus en el entorno sanitario, en los grupos de población de alto riesgo, como los consumidores de drogas inyectables, y en los contactos sexuales. A continuación se enumeran algunos ejemplos de intervenciones de prevención primaria recomendadas por la OMS: higiene de las manos, incluida la preparación de las manos para la cirugía, el lavado de las manos y el uso de guantes; manipulación y eliminación segura de objetos afilados y desechos; prestación de servicios integrales de reducción de daños a los consumidores de drogas inyectables, por ejemplo, proporcionando material de inyección estéril; análisis de la sangre donada para detectar las hepatitis B y C (así como el VIH y la sífilis); capacitación del personal sanitario; y promoción del uso correcto y sistemático de preservativos.

Para las personas infectadas por el virus de la hepatitis C la OMS recomienda (prevención secundaria): información y asesoramiento sobre opciones de atención y tratamiento; vacunación contra las hepatitis A y B para prevenir la coinfección por esos virus y proteger el hígado; tratamiento médico temprano y adecuado, incluida, si procede, la terapia antivírica; seguimiento periódico para el diagnóstico precoz de la enfermedad hepática crónica.
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lunes, 22 de julio de 2019

Alimentos saludables en los planteles escolares Reelaborado de http://alianzasalud.org.mx/alimentos-saludables-en-las-escuelas



Los ambientes en donde los niños tienen mayor acceso a comida “chatarra” son los planteles escolares. Los alimentos y las bebidas que predominan en las escuelas no son recomendables y contradicen la información que existe en los libros de texto en los que se promueven el consumo de frutas, verduras, granos integrales y la hidratación a base de agua. Lo grave es que los niños adquieren malos hábitos de nutrición. Hace poco más de dos años se aplicaron unos lineamientos en México para regular el tipo de alimentos y bebidas que pueden ofrecerse al interior de los planteles escolares.
Lamentablemente, la versión original de estos lineamientos fue modificada – se piensa que por la presión de las empresas procesadoras de alimentos - permitiendo que se sigan ofreciendo productos altamente procesados y bebidas azucaradas.

  Los niños y las niñas requieren de un buen consumo de frutas, verduras y cereales integrales, que son ricos en vitaminas, minerales y fibra, tanto para un buen crecimiento físico como para su desarrollo cognitivo; también requieren de un aprendizaje de buenas prácticas de alimentación, ya que éstas les condicionarán para el resto de su vida, para la ingesta calórica y para la selección de alimentos.

Existe una sólida evidencia científica para comprobar que la fórmula que predomina en los productos que se ofrecen en las escuelas y los que se publicitan, en especial a los niños, genera una especie de “adicción” desde temprana edad. Una vez que los alumnos se acostumbran al consumo de bebidas y alimentos altamente endulzados, difícilmente consumen agua o alimentos saludables, aunque estén disponibles. Se ha observado que los productos “chatarra” tienen un carácter competitivo con los productos naturales, es decir, su consumo tiende a desplazar al consumo de alimentos naturales, por sus cantidades elevadas de azúcar, grasa y/o sal.

El Estado y la sociedad en los planteles escolares pueden lograr conjuntamente dos objetivos: ofrecer productos de calidad (alimentos saludables y agua) y al mismo tiempo crear hábitos duraderos de alimentación.




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viernes, 19 de julio de 2019

El agua, fuente de la vida L.N. Judith Jiménez López






¿Sabías qué H2O es una molécula indispensable para la vida? Incluso se puede vivir durante meses sin comida, pero sin agua y en condiciones extremas no se llega a sobrevivir más allá de unos días.

¡Somos agua!

Y esto es bien sabido: nuestro cuerpo está compuesto en su mayoría por agua. Cuando somos bebés llega a representar hasta un 90% de nuestro peso, y con la edad este porcentaje disminuye hasta llegar a ser entre 60 y 70 %.




Pues bien, si estamos formados principalmente por agua, la hidratación es sumamente importante, ya que nuestro cuerpo tiene pérdidas insensibles o inconscientes de este vital líquido. Los estudios nos refieren que estas pérdidas suman un promedio de entre 1,500 ml a 2,000 ml, repartidos de la siguiente forma: 200 ml en las heces, 1,5l en la orina, 100 ml por la transpiración (no sudor), 200 ml por la respiración. Por lo tanto, la recomendación diaria de 8 vasos de agua natural o el equivalente a 2 litros resulta insuficiente cuando realizamos alguna actividad física. La idea es cubrir las pérdidas insensibles y saber que debemos tomar un extra de agua por el ejercicio o la actividad realizada, tomando en cuenta incluso las condiciones en que se llevó a cabo; si es un día soleado o húmedo, si fue en un edificio cerrado o al aire libre. Esto es muy interesante, ya que realizamos una pequeña encuesta entre 45 personas al azar y nos encontramos que más del 60% no toma ni siquiera 1 litro de agua natural al día. Lo que nos dice que el grado de deshidratación en nuestra población es muy alto. En general las personas piensan que tomar jugos, refrescos, té, café o incluso caldos cubre gran parte de estas necesidades. Pero esto no es verdad. Del 100% de lo que consumimos sólo un 30% debe de provenir de los alimentos, el resto debe ser agua pura. El mayor inconveniente que nos mencionan es que “no sabe a nada”. Esto es sencillo, puedes usar una cascarilla de limón o algún otro cítrico y esto le dará un toque de aroma y no le aumentará calorías o cambiará su composición. La idea es que, si no estás acostumbrado, tomes la regla de los 21 días e ir de menos a más hasta cubrir cuando menos los 2 litros de base.

Algunas personas confunden el reflejo de la sed con el reflejo del hambre. Al llegar a casa antes de comer nada, debes tomar un vaso con agua sin hielo a sorbos: si el reflejo del hambre desaparece, entonces la sensación de hambre en realidad era sed (esto sucede casi en un 100% de los casos). Existen algunos otros puntos que nos mencionaron y que conviene resolver.

El agua engorda. Esto no es verdad. El agua carece de calorías, por lo que no puede haber reserva energética de la misma. Puede ser que se retengan líquidos, pero esto no tiene que ver con el agua en sí, sino con otras condiciones, como las hormonas, el ciclo menstrual, problemas renales, exceso de sodio, etc.

El agua caliente disuelve las grasas. Esto no es verdad. El agua no tiene esa función. Se recomienda tomar agua tibia o caliente en ayunas porque esto estimula el aparato digestivo (peristalsis) y mejora la digestión, pero no porque tenga que ver con la grasa del organismo. También al consumir agua fría durante las comidas la digestión se hace más lenta, ya que ésta es un proceso caliente. Requiere energía y esta energía libera calor. Pero aún así no tiene que ver con la grasa del organismo.

Ahora, siempre ten en cuenta los signos de deshidratación: fatiga y sensación de sed, calambres, incremento en el ritmo cardiaco, mareos y debilidad, náuseas y dolor de cabeza, escalofríos, piel caliente o seca por falta de sudor, espasmos musculares, golpe de calor. Ten en cuenta que cuando tienes sensación de sed ya estás deshidratado. Toma agua a sorbos durante el día y llegarás a la meta sin darte cuenta. Disfruta del agua como un elemento maravilloso y necesario en tu plan de nutrición.


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martes, 16 de julio de 2019

Counselling y emergencias sociales por: Pbro.Silvio Marinelli


Definición de conceptos

Algunos eventos golpean con tanta virulencia el estado de equilibrio de personas, familias o entornos sociales enteros (por ejemplo, poblaciones), que dejan tras de sí pérdidas humanas, pérdidas materiales, y cambios situacionales sumamente traumáticos.

El counselling aplicado a la situaciones de emergencia, recibe, con frecuencia, el nombre de intervención en crisis y se define como un proceso de ayuda a través del diálogo (entrevista) dirigida a auxiliar a una persona o familia a soportar un suceso traumático de modo que la probabilidad de debilitar sus efectos (estigmas emo­cionales, daño físico) se aminore y la probabilidad de crecimiento (nuevas habilidades, perspectivas en la vida, más opciones vitales, resiliencia) se incremente.

Este proceso de intervención del counselling en situaciones de emergencia, puede implicar dos momentos:

1. Intervención de primer orden, o primera ayuda psicológica, que puede durar de minutos a horas y puede ser proporcionada por gran número de asistentes comunitarios.

2. Intervención de segundo orden, que es el principio primordial del counselling en crisis. Puede durar semanas o meses, y es pro­porcionada por terapeutas y consejeros con conocimiento de téc­nicas de evaluación y tratamiento.

En este contexto, entendemos crisis como un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente, por la incapacidad del individuo para abordar situaciones particulares utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas, y por el potencial para obtener un resultado radicalmente positivo o negativo.

Entendemos por trauma el choque emocional producido por una experiencia violenta y que deja una impresión duradera. Se carac­teriza porque:

1.      Se suscitan uno o varios hechos impactantes que representan es­trés negativo extremo.

2.      Se origina un gran sentimiento de desamparo, de impotencia, de estar a merced de otros.

3.      Supone una ruptura en la propia existencia, una pérdida de se­guridad.



Afectación de las personas

El impacto de una situación crítica puede llegar a expandirse entre diversos círculos o niveles de afectados:

- Nivel 1: Personas que experimentan directamente el desastre.

- Nivel 2: Familiares y allegados de los afectados.

- Nivel 3: Personal de servicio asistencial (miembros de rescate, bomberos, personal de salud, policía, etc.).

- Nivel 4: Personas vinculadas a la organización/comunidad afec­tada.

- Nivel 5: Personas que son emocionalmente vulnerables.





No todas las personas reaccionan de igual manera en situaciones de desastre. Algunas de las variables que más influyen en dichas diferencias son:

* La intensidad e impacto vital de la situación.

* El significado que atribuye la persona afectada a los hechos.

* El momento en que acontece a la persona (y su estado de vulne­rabilidad en dicho momento).

* El carácter extraordinario y absolutamente distinto a otras situa­ciones de estrés y la posible ausencia de mecanismos de afronta­miento ante tal situación.

* La presencia / ausencia de apoyo social.



Al desarrollar labores de counselling inmediato en situaciones crí­ticas, conviene tener presente que:

• Casi toda persona que inmersa en un desastre, que sufre un ac­cidente o cualquier otro tipo de situación crítica, experimentará algún tipo de alteración emocional con diferente grado de ajuste funcional a la situación.

• Las personas afectadas son, en principio, personas con un estado de salud mental normalizada, no casos psicológico-psiquiátricos.

• Las lesiones emocionales son tan reales y tan serias como las físicas.

• Rara vez, las personas son derrotadas por el de­sastre. Pese al estrés sufrido, las personas se van a desenvolver con los mínimos necesarios. Las reacciones de estrés son esperables y en la mayoría de los casos, temporales.

• Todos tenemos un “punto de ruptura” a partir del cual entramos en crisis.

• Nadie elige estar alterado emocionalmente en una situación crí­tica.

• Las personas tienen más recursos y resis­tencia psicológica de lo que aparentan.

• Las personas afectadas responden a la consideración y el interés de los agentes de ayuda. Mostrar interés y facilitar apoyo frente a las preocupaciones de las personas proporcionan a éstas un sentido de identi­dad y de afrontamiento normalizado.

• Las personas pueden rechazar la ayuda por razones de orgullo y dignidad. Ayudar a las personas tras situaciones de desastre implica colocarse a su disposición y no for­zar una ayuda que no quieren o no están aún preparadas para recibir. Implica “hacer con” más que “hacer por” y tanto una como otra acción, sólo si su actitud muestra que lo desean o lo permiten.

• Las personas afectadas pueden mostrar emociones y actitudes ambivalentes. Los equipos de ayuda han de esperar que las personas muestren sentimientos opuestos (alegría por estar vivos y tristeza por aque­llos que no han corrido la misma suerte) así como actitudes contrapuestas (no querer recibir ayuda, pero no saber cómo afrontar la situación). La comprensión, el respeto y la actitud de servicio pueden ayudar a ir asimilando estos estados.

• Cada uno tiene derecho a sentirse como se siente. Este es el principio desde el cual comenzar a trabajar. 


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domingo, 14 de julio de 2019


SAN CAMILO DE LELIS




En el marco del aniversario luctuoso de San Camilo de Lelis, presentamos algunos comentarios sobre la vida, el pensamiento y la obra de este santo de la caridad. Para ello nos ayuda el P. José Villa Cerri con la introducción que puso al relato de la vida de San Camilo.



Esta es la historia sencilla y a la vez dramática de un hombre "loco" por amor: Camilo de Lelis. Nos es lejana en el tiempo (siglo XVI) y en el espacio (Italia), pero es una historia a la vez cercana a la realidad de nuestra América Latina, tierra de inmensas riquezas y de tremenda pobreza; tierra amada por Dios y explotada por hombres codiciosos; tierra del cariño y de la amistad fácil, pero agitada por odios y agobiada por necesidades esenciales de un pueblo que ya no tiene voz para gritar su dolor y sus sufrimientos.

Aquí sigue viviendo Camilo, enfermo con sus hermanos enfermos dispersos en hospitales de escasos recursos humanos y económicos, hacinados en hogares humildes de las grandes barriadas, en chozas de la sierra o de la selva donde todavía sólo llega el curandero. Los poderosos de su época no eran más ambiciosos y egoístas que los poderosos de hoy. Existían entonces y existen hoy los mismos parásitos de toda clase; los mismos hombres astutos y pícaros a todo nivel, los mismos deshonestos entregados en cuerpo y alma a sus ambiciones. Y los mismos humildes, los tímidos, los explotados que no saben, no se atreven y tiemblan frente a quien levanta la voz, frente a quien grita por "su" justicia pisoteando los derechos ajenos. . . y esto se acentúa, sobre todo, cuando se trata de los pobres que no tienen voz.

Pero, gracias a Dios, también hay hombres entregados, generosos, animadores, enviados por Dios a su pueblo, y dispuestos a correr una aventura en la que todos los días se juegan su vida.

Camilo fue un hombre de esta clase. No era ni letrado ni teólogo, pero fue adquiriendo la sabiduría de Dios y la piedad de la caridad que lo llevaron a una experiencia riquísima y a conocimientos extraordinarios e inspirados al servicio del hombre enfermo y desdichado. Él mismo era enfermo: una llaga en el empeine del pie derecho le reveló el "secreto" de la enfermedad como vocación y lo crucificó por cuarenta años en un campo de dura lucha para llevar adelante una "reforma" cuya importancia tal vez ni él mismo pudo prever ni los demás supieron valorar a plenitud, pero en la cual fue instrumento humilde y tenaz de la voluntad de Dios. "Sigue, cobarde, esta obra es mía, no tuya", fueron las palabras de su Señor Crucificado la noche en que sintió toda la amargura de la derrota. A ellas se agarró firmemente y siguió luchando, a menudo solo contra todos, en situaciones difíciles "en las que se habría desanimado también un corazón de león" (son sus propias palabras), sin poder, sin recursos, pobre con los pobres. Pero Dios escoge a los débiles de este mundo para confundir a los poderosos (1 Cor 1,26-29).

Había en su tiempo muchas cosas que exigían un cambio: muchas cosas hoy en nuestros países de América Latina claman también por un cambio. Si en aquel entonces dominaba el egoísmo, hoy en día estamos en idéntica situación.

Camilo puso en marcha un movimiento que poco a poco se transformó en Orden religiosa, la de los Ministros de los Enfermos (o Religiosos Camilos), ampliando su "idea" original: pues el Espíritu sopla donde quiere y lleva donde quiere (Jn. 3, 8). Camilo tuvo fe y confianza en los demás, en sus compañeros, laicos y voluntarios, y los movió con la palabra y el ejemplo a entregarse totalmente a los enfermos para renovar el método de servicio y el ambiente. No fue una vela, fue un incendio.

Hoy extrañamos aquí a este Camilo. Un hombre valiente y tenaz por Dios y el prójimo necesitado. Un hombre de entusiasmo, de ideas nuevas, de chispazos originales. Un hombre consagrado a la persona humana de Cristo, aun a costa de concebir proyectos atrevidos que a veces asustaban porque surgían más de un corazón ardiente que de la lógica fría o del cálculo interesado. Ardiente, a veces recio, siempre obstinado, pero a la vez humilde, tierno y cariñoso: todo por Dios y los demás. No un "Superman", sino un "santo" que todo lo fundamentaba en el amor de Dios. Tal vez aquí está el secreto: en su santidad integral que ni siquiera sus defectos pudieron oscurecer.



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viernes, 12 de julio de 2019


¿Qué son los alimentos transgénicos y cuáles son sus efectos en la salud y el medio ambiente?

Dr. Gabriel García, Homotoxicólogo – Homeópata -

Dr. en Medicina Tradicional China



Los alimentos transgénicos son los que están hechos con organismos genéticamente modificados u OGMs.

¿Y qué son los OGMs? Los OGMs son microorganismos, plantas o animales a los que se ha manipulado su estructura genética artificialmente en laboratorios con el fin de darle una característica específica: un intercambio de genes entre las barreras genéticas normales. La manipulación puede ser una simple alteración de sus genes, una selección de ellos o una adición de un gen modificado o no, y que puede ser de otra especie. Por ejemplo, al jitomate se le pueden poner genes de salmón con la finalidad de que tenga una vida más larga estando en refrigeración; se toman genes de telaraña para insertar en cabras para que su piel sea más elástica, más resistente para fabricar chalecos antibalas; genes humanos agregados al maíz para crear espermicida. La utilización de organismos genéticamente modificados tiene una amplia aplicación, desde la producción de alimentos, frutas o verduras que no se limita a una producción por temporal, hasta la utilización de estos organismos genéticamente modificados para la producción de vacunas o para hacer modificaciones anatómicas a animales de matanza masiva como las gallinas. Algunos de los métodos para introducir el material genético incluyen la utilización de virus o bacterias como portadores del material genético. Esto es lo que se conoce como ingeniería genética.

Existen básicamente dos tipos de modificaciones genéticas en las plantas y o legumbres. Ya sea para que resistan pesticidas o para producir ellas mismas su propio pesticida. En el 2003, 67 millones de hectáreas eran de cultivo transgénico, gran parte de estos cultivos es de plantas-pesticidas. En un supermercado típico norteamericano, el 70% de los alimentos procesados pueden contener OMG.



¿Qué riesgos representan los Organismos modificados genéticamente para la salud?

1. Riesgo de toxicidad por la ingesta de pesticida por parte del consumidor.

2. Riesgo relacionado con la ingesta de pesticida fabricado por algunas plantas modificadas genéticamente (insecticida proteico que nunca ha sido estudiado).

3. Riesgo microbiológico con agravación posible por la resistencia a antibióticos (transferida por genes marcadores).

4. Posible aparición de virus patógenos nuevos por recombinación viral.

5. Alergias alimentarias que disminuyen al dejar de ingerir alimentos transgénicos.

6. Efectos impredecibles o efecto Pusztai (riesgo de modificación de la expresión habitual de los genes).

7. Riesgos por la deliberada transgresión de las barreras naturales de las especies por los OGMs.


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lunes, 8 de julio de 2019


Altruismo

Psicoterapeuta Victoria Molina



Según el diccionario de la Real Academia Española, altruismo es: “Diligencia en procurar el bien ajeno aun a costa del propio”. Es un concepto que se utiliza cotidianamente y al que se le asigna una característica fundamental: que la acción sea en beneficio de otro(s), pero nunca en beneficio propio -sin importar los costos o esfuerzos que conlleve, mismos que no se espera sean recompensados de manera alguna-.

Una conducta altruista es:

- Voluntaria, intencionada para ayudar.

- Sólo busca el beneficio de ayudar y evitar el malestar en los demás.

- Su objetivo o meta no es recibir beneficios o recompensas a cambio.



A pesar de coincidir en los puntos mencionados, hay una clara división de posturas respecto al altruismo:

1) Los que defienden la conducta altruista como natural en el ser humano, por lo tanto, es universal y siempre ha existido. Aquí encontramos algunas corrientes filosóficas y religiosas. El altruismo es una de las características más resaltadas en la mayoría de las religiones como el cristianismo, el judaísmo, el budismo, el hinduismo, entre otras, en las que el ser humano es un ser noble, creado a semejanza de su dios y, por tanto, actúa naturalmente en beneficio de los más necesitados.

2) Los que afirman que la conducta altruista no es algo innato, sino una conducta aprendida y desarrollada. Como lo es la conducta prosocial (no necesariamente altruista), que es una conducta de colaboración, cooperación y ayuda, con el fin de mantener la convivencia social, beneficiando al grupo y cohesionándolo, por lo tanto, necesaria para la supervivencia.

El enfoque que predomina en psicología es el segundo, el que considera que el ser humano siempre actúa por motivos ‘egoístas’ (ya sea de forma consciente o inconsciente). Pero es necesario aclarar que la palabra ‘egoísta’ ha adquirido una connotación, además de peyorativa, distorsionada en cuanto a la profundidad de su significado. ¿Con base en qué se asume que los ‘intereses propios’ son antagónicos o incompatibles con los intereses de los otros?

Como vemos, hablar de altruismo -y egoísmo- es hablar de términos muy ligados a los conceptos de ética y moral. Autores, como Schopenhauer, han dicho que la moral es el mayor enemigo del egoísmo. Y en esa línea, el altruismo representa un valor inestimable, porque si nos dejamos guiar por él, se promoverá el bienestar de los otros.

Se dice que las personas pueden ayudar a otros ya sea llevadas por una motivación egoísta, como por una motivación altruista. Actualmente, muchos investigadores son partidarios de considerar la empatía como motivador fundamental de la conducta altruista, sin embargo esta tendencia a reaccionar ante el sufrimiento de otra persona, se desarrolla (o no) con la experiencia a lo largo de la vida, hasta alcanzar su expresión adulta. Por eso, aunque nacemos con una predisposición a la empatía, para que se traduzca en una conducta altruista son necesarios los procesos madurativos y experienciales, igual que lo son para otras conductas. Entonces, volvemos a caer en la postura de que la conducta altruista es más aprendida que innata.

Por otro lado, el descubrimiento, por psicólogos israelíes, del primer gen vinculado al comportamiento altruista, sustenta el hecho de que el acto de ayudar y la sensación de placer asociada a esta acción, vienen influenciados genéticamente. Parece ser que este gen es responsable, entre otras cosas, de sensibilizar los receptores del neurotransmisor dopamina, lo que genera en el cerebro la sensación de bienestar. La dopamina podría jugar, de esta forma, un papel esencial en el comportamiento social: las personas predispuestas genéticamente al altruismo harían buenas obras porque se sienten mejor a través de sus actos positivos.

Parece existir evidencia de que los actos de generosidad humana pueden tener profundas raíces biológicas en la información almacenada por miles de años en nuestros genes y en mecanismos que operan inconscientemente. Sin embargo, aunque se pueda nacer con cierta predisposición genética hacia el altruismo, la familia y el ambiente ejercen una influencia fundamental para promover o no este comportamiento.

El altruismo constituye un rasgo de la personalidad que, si no se posee, se debe ir adquiriendo y modelando paulatinamente con el proceso de madurez, ya que también representa un importante factor de equilibrio emocional.

Para concluir, podemos decir que si el comportamiento, tanto el egoísta como el altruista, es el producto de la interacción de genes, inconsciente y ambiente, habrá individuos más dispuestos a conductas altruistas que otros, pero finalmente la cultura, a través de la educación, tendrá un peso determinante para fortalecer esas potencialidades.



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viernes, 5 de julio de 2019


Moringa - El árbol que brinda salud




La moringa, también conocida como “el árbol de la vida”, de la cual pocos conocen, es originaria de la región de India, Filipinas, Sudán, Asia Tropical, América Latina, el Caribe y el norte de África.  En la actualidad sólo se conocen 13 especies, la más popular es la Moringa oleífera que tiene muchas propiedades medicinales y curativas.

El árbol en su edad madura puede alcanzar una altura de hasta 10 metros. En cada una de sus ramas crecen muchas hojas de color verde pálido y pequeñas flores blancas, además, sus frutos tienen un exquisito aroma.




Utilidad de la moringa

Todas las partes del árbol de moringa son comestibles, desde las raíces hasta las semillas de las frutas y sus beneficios son variados, tanto para la agricultura, la alimentación y la medicina. Se han realizado varios estudios para conocer a fondo las propiedades de la moringa, pero lo que se conoce hasta el momento es suficiente para alentar investigaciones exhaustivas, ya que es un árbol dotado de maravillosas propiedades y beneficios para los humanos.

Entre las principales propiedades de la moringa podemos mencionar:

·         Las hojas de moringa tienen propiedades benéficas para el cuerpo humano debido a la cantidad de vitaminas, minerales, ácidos grasos y proteínas que ésta posee.

·         Las raíces de la moringa tienen propiedades diuréticas, ayudan al sistema circulatorio y al digestivo previniendo la diarrea o el estreñimiento.

·         Las semillas de moringa tienen propiedades antibacteriales.

·         Las flores de moringa son ricas en antioxidantes y aminoácidos.

·         Las hojas de moringa también poseen propiedades antibacteriales y antivirales.

·         La moringa posee cualidades antiinflamatorias en sus hojas.



Contenido de la moringa

·         Antioxidantes

·         Antiinflamatorios.

·         25 veces más de hierro que la espinaca

·         19 aminoácidos esenciales

·         17 veces más calcio que la leche, calcio que ayuda a la construcción de huesos y dientes fuertes y a prevenir la osteoporosis.

·         15 veces más potasio que el plátano. Por lo que debe evitarse en pacientes con problemas renales.

·         10 veces más de vitamina A que la zanahoria, para prevenir enfermedades del ojo y la piel.

·         9 veces más proteínas que el yogurt, que ayudan a la construcción de las células de nuestro cuerpo.

·         Y 18% más de vitamina C que la naranja.



Las hojas pueden ingerirse crudas, puesto que pueden ser tratadas como vegetales y gracias a ello, pueden convertirse en un ingrediente muy nutritivo en ensaladas y sopas. Por lo que viene siendo un recurso muy valioso para prevenir la desnutrición y enfermedades. Sería un gran apoyo en lugares de pobreza.  



Cómo utilizar esta planta

La moringa tiene un gran potencial medicinal que durante mucho tiempo ya se ha estado utilizando. Todas las partes de esta planta, corteza, hojas, raíz, frutos (vainas), flores, semillas, o aceite de semillas, se han utilizado para curar o prevenir varias enfermedades.



Las vainas verdes de la Moringa se consumen cocidas. Son muy parecidas a las judías verdes, y se pueden comer junto con ensaladas. Las semillas de la Moringa se tienen que poner en agua hirviendo con un poco de sal, y esperar a que se abran para que salga la semilla, y ya se pueden consumir. Las hojas de la Moringa se pueden consumir crudas en ensaladas, o hervidas en otra clase de platillos.

  

Las flores también son comestibles, y se pueden servir en ensaladas. En éstas encontramos gran cantidad de vitaminas, minerales, aminoácidos, y proteínas. Y, por último, las raíces de la Moringa, que son gruesas y muy parecidas a la zanahoria.

Podríamos decir que es el alimento con más aporte de vitaminas, potasio, y proteínas que tenemos.

Efectos Negativos de la Moringa:

Como todo producto, puede tener sus efectos secundarios negativos. Estos son algunos de los que se han reportado:

·         Daños en el corazón.

·         Descenso brusco de los niveles de glicemia.

·         Aumento de la cantidad de glóbulos rojos en sangre, trastorno que puede aumentar el riesgo de infarto agudo al miocardio, accidente cerebral vascular, mareos, dolor de cabeza y zumbidos en los oídos.

·         Somnolencia, diarreas, dispepsias y urticaria.





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http://propiedadesde.net/propiedades-de-la-moringa/

lunes, 1 de julio de 2019


Enfermedad de las encías o enfermedad periodontal: causas, síntomas y tratamientos

Dra. Marisa Chávez Correa
La enfermedad periodontal, más conocida como la “en­fermedad de las encías”, es padecida por un gran número de personas. Las enfermedades periodontales pueden variar desde una simple inflamación de la encía (“gin­givitis”), hasta una enfermedad más grave que puede dañar el tejido blando (la encía) y el tejido duro (el hueso) que sostiene los dientes. En los casos más graves provoca la pérdida de dientes; pero se puede prevenir al igual que la caries: del cuidado diario que se dé a los dientes y a la encía, depende el que se detengan o progresen estas enfermedades.

¿Cuál es la causa de la enfermedad?

En la boca hay muchas bacterias y estas bacterias junto con las mucosidades, los restos de alimento y células muertas que se des­caman de la encía, forman una biopelícula, “placa”, pegajosa, in­colora o blanquecina que se pega sobre los dientes. Las bacterias que contiene esta “placa dentobacteriana”, producen substancias que son irritantes para la encía y ácidos que descalcifican los dien­tes y producen caries.

Cuando esta “placa” no se elimina diariamente, se endurece y for­ma unos depósitos llamados “sarro o cálculo”, que el simple ce­pillado ya no puede remover, este sarro favorece la acumulación de placa dentobacteriana y dificulta su remoción diaria, por lo cual es necesario removerlo por medio de una limpieza profesio­nal realizada por un dentista.



Gingivitis

Las bacterias causan inflamación en la encía, que se llama gingi­vitis. Cuando una persona tiene gingivitis, los signos que presenta son encía enrojecida, agrandada, inflamada y que sangra con faci­lidad. La gingivitis es una forma leve de la enfermedad periodon­tal que por lo general puede curarse por medio de una higiene oral adecuada: cepillado y uso de hilo o seda dental, además de una limpieza periódica profesional. En esta forma de enfermedad no se presenta la pérdida del hueso que sostiene los dientes.



Periodontitis

La periodontitis, es la forma grave de enfermedad periodontal, en donde además de la inflamación de la encía, se presenta la destruc­ción del hueso de soporte de los dientes. La encía al estar inflama­da se pone flácida y forma espacios, llamados bolsas, alrededor de los dientes; estos espacios acumulan mayor placa dentobacteriana por lo que la enfermedad sigue avanzando. El sistema de defensa del cuerpo (sistema inmunológico), lucha contra las bacterias a medida que la placa se extiende y crece por debajo de la línea de las encías. Las toxinas de las bacterias y las substancias que se producen como respuesta natural del cuerpo contra la infección, empiezan a destruir el hueso y el tejido conectivo que sostiene a los dientes. Cuando la periodontitis no se trata debidamente y a tiempo el hueso, la encía y los tejidos que sostienen los dientes se destruyen. Con el tiempo los dientes se mueven de su lugar, se aflojan y es necesario extraerlos.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo asociados con las enfermedades periodon­tales son:

La inflamación: gingivitis.

El hábito de fumar: fumar es uno de los factores de riesgo más significativos relacionados con el desarrollo de la enfermedad de las encías. Además, el hábito de fumar puede disminuir el efecto de algunos tratamientos.

Cambios hormonales en las mujeres: estos cambios pueden hacer que las encías se hagan más sensibles, facilitando así el desarrollo de la enfermedad.

Diabetes: las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de de­sarrollar infecciones, entre ellas la enfermedad periodontal.

Otras enfermedades: enfermedades como el cáncer o el SIDA y sus respectivos tratamientos, también pueden influir en la enfer­medad periodontal.

Medicamentos: los medicamentos que reducen el flujo de saliva pueden favorecer la enfermedad.

Genética: algunas personas pueden ser más propensas que otras a desarrollar enfermedad periodontal.



¿Cómo sé si tengo enfermedad de las encías?

Los síntomas de la enfermedad de las encías incluyen: mal alien­to y mal sabor constante, encías rojas o inflamadas, encías muy sensibles o que sangran, dolor al masticar, dientes flojos, dientes sensibles, encías retraídas o dientes que se ven más largos de lo normal.

Cualquiera de estos síntomas puede ser una señal de un problema grave que debe ser examinado por un dentista.



¿Cómo se trata la enfermedad?

El objetivo principal del tratamiento es controlar la infección. El método de limpieza profunda es llamado raspado y alisado de las raíces. El raspado consiste en remover el sarro que se ha deposita­do por encima y por debajo de la línea de las encías. El alisado de la raíz elimina las áreas ásperas que pueda tener la raíz del diente donde se acumulan las bacterias.



¿Cómo puedo mantener sanos los dientes y las encías?

- Cepillar los dientes dos o tres veces al día con una pasta con flúor.

- Usar el hilo o seda dental regularmente para remover la placa de entre los dientes. O bien si ya han quedado espacios entre los molares, puede ser necesario usar cepillos miniatura en forma de pino que limpian los espacios entre ellos.

- Asistir al dentista regularmente para tener una limpieza profe­sional.

- Control de los factores de riesgo: fumar y el control de enferme­dades sistémicas como la diabetes en caso de padecerla.

Para conocer más sobre temas como este, ingresa a la Biblioteca Virtual del Centro San Camilo www.cscbiblioteca.com