El
voluntariado en México
Lic. María Luisa Urrea
Directora General del IJAS
El
voluntariado, de origen, puede conceptualizarse como la manifestación
individual de voluntad con la que se busca contribuir al cumplimiento de objetivos
colectivos que responden a una necesidad o problemática social.
Por ser
una actividad sin fines de lucro, encuentra sus incentivos en los valores de la
solidaridad y el altruismo; priorizando la búsqueda de la igualdad social, del
fortalecimiento institucional y del desarrollo personal; motivado por un
sentido de compromiso social, una convicción moral, o incluso - en ocasiones -
por una historia de vida propia o cercana, que sustenta y motiva a su loable
actuar.
Este
conjunto de actividades y aspiraciones de invaluable trascendencia son una
constante en el recuento de los años y la historia; siempre buscando contribuir
y avanzar en temas de igualdad, bienestar y equidad desde una diversidad de
tipos de voluntariado.
A su vez, con el pasar del tiempo,
la participación de la ciudadanía en actividades voluntarias poco a poco gana
más terreno y la estructuración de nuevas asociaciones civiles, organismos no
gubernamentales o instituciones del tercer sector, por un lado, generan cambios
positivos en la consciencia colectiva y por otro, conducen a la creación de más
espacios de colaboración que están llevando al voluntariado a transformarse en
agente de cambio social.
Por lo
que respecta a datos del Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS),
actualmente éste no cuenta con un sistema de monitoreo o registro que permita a
las asociaciones civiles afiliadas informar sobre la cantidad de voluntariado
que participa en sus asociaciones; sin embargo, sí existe un dato cuantificable
que refleja en lo particular el compromiso de la juventud con las causas de
asistencia social, puesto que en el año 2016, 1,071 estudiantes concluyeron su
servicio social y prácticas profesionales en 72 Instituciones de Asistencia
Social Privada (IASP) reconocidas.
Serán las
siguientes generaciones quienes definan el nuevo rostro del voluntariado en
México, y en quienes recaiga la responsabilidad de continuar con la gran labor
que por años se ha venido realizando; porque, aunque el voluntariado emana de una voluntad
individual y personal, sus ramificaciones en el entorno colectivo son
francamente incalculables. Recordemos aquella frase de Margaret Mead:
“Nunca
dudes que un pequeño grupo de ciudadanos pensantes y comprometidos pueden
cambiar el mundo. De hecho, son los únicos que lo han logrado”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario